En el mundo hace
falta inocencia, capacidad de asombro ante las cosas más pequeñas, deseos
desprovistos de ambiciones, liberarnos de los cánones que nos asfixian para
desplegar nuestro ser en el mundo de la danza, del teatro, la poesía y abrir un
camino en nuestras almas que permita conocernos tanto en nuestras capacidades
intelectivas como en la fuerza vital de nuestas emociones, tal vez, el arte no
es el único camino, pero sí es uno de los más bellos y mágicamente nos revelan
mediante la imaginación, la creatividad, el desarrollo de la intuición y el
amor a los demás un mundo que es siempre poesía ,en donde, el vacío no es más
que el todo y la vida inseparable de la muerte se revela en su máximo esplendor
a los ojos de quien ha reestablecido el Kosmos
de su propia alma.